La Voyager 1 ya está oficialmente en el espacio interestelar

Esta vez es la buena. Tras años de anuncios similares que luego se revelaron erróneos, hoy es el día. La NASA ha anunciado que la Voyager 1 ya se encuentra oficialmente en el medio interestelar. En realidad lo alcanzó el 25 agosto de 2012, pero sólo ahora ha sido posible confirmarlo. Por primera vez un mensajero de la humanidad se interna más allá de la heliosfera, el reino del Sol. La Voyager 1 está en estos momentos a unos 18000 millones de kilómetros de la Tierra, viajando a través de material que no ha sido creado por nuestra estrella, sino por supernovas y otros cataclismos cósmicos. Un nuevo y misterioso territorio por explorar. No obstante, y aunque parezca contradictorio, la Voyager 1 no ha abandonado el Sistema Solar. Nuestro sistema planetario es mucho más grande que la heliosfera y se extiende hasta la Nube de Oort, una frontera que la Voyager tardará mucho en superar.

La humanidad ya ha alcanzado el espacio interestelar (NASA).

La dificultad a la hora de determinar si la Voyager había alcanzado o no el medio interestelar se debe a que el instrumento clave para saber si la sonda había cruzado la heliopausa -la frontera de la heliosfera con el espacio interestelar- hace muchos años que no funciona, por lo que el equipo científico ha debido usar otros instrumentos menos directos. El 25 de agosto de 2012 los sensores de rayos cósmicos de la sonda detectaron un brusco bajón en las partículas procedentes del Sol al mismo tiempo que aumentó la cantidad de rayos cósmicos de origen interestelar. La conclusión era clara. La Voyager 1 había alcanzado la heliopausa, pero ¿había abandonado la heliosfera o simplemente se encontraba muy cerca de la frontera? Para asegurarlo se necesitaban más datos. Lamentablemente, en septiembre de 2012 el magnetómetro de la nave no detectó el cambio en la dirección del campo magnético que se suponía debía tener lugar al atravesar la heliopausa. La conclusión obvia era que la Voyager 1 no había dejado realmente la heliosfera. Simplemente había entrado en una región fronteriza con unas curiosas propiedades magnéticas.

No es lo mismo atravesar la heliosfera que dejar el Sistema Solar, que es más grande (NASA).

Pero no todos los investigadores estaban de acuerdo. Entre marzo y julio de este año aparecieron numerosos artículos que defendían la hipótesis de que la nave había abandonado la heliosfera. La prueba definitiva provino del grupo de investigadores de las Voyager. Los datos del instrumento para la detección de ondas de plasma (PWS) eran meridianamente claros. La sonda había entrado en una región del espacio con una densidad de partículas muy superior a la densidad de la heliosfera, lo que se corresponde con lo predicho por los modelos teóricos para el medio interestelar. Este resultado ha tardado tanto en poder ser confirmado porque el instrumento PWS es incapaz de medir directamente la densidad del plasma (la Voyager contaba con un instrumento para tal fin, pero también dejó de funcionar hace mucho). Sin embargo, de vez en cuando el Sol envía un chorro de partículas de alta energía que llegan poco después a la heliopausa, generando oscilaciones en el plasma de electrones que el instrumento sí puede detectar. El 9 de abril de 2013 fue el día clave. La Voyager 1 detectó ondas en el plasma a 3,1 kHz justo después de una tormenta solar, lo que implicaba que la nave se había internado en una región donde el plasma presentaba una densidad 80 veces superior a la del interior de la heliosfera. ¿Quieres oír cómo suena la transición al espacio interestelar? Pues si convertimos los datos de estas ondas en sonido, se escucharía tal así:

Trayectoria de las dos Voyager hacia el frente de la heliopausa (NASA).

Los datos del instrumento de ondas de plasma de la Voyager 1 demuestran un incremento en la densidad del plasma (NASA).

El otro punto azul pálido: así se ve la Voyager 1 desde la Tierra usando radiotelescopios. Una tenue señal de 22 vatios de potencia en la inmensidad del espacio.

Por supuesto, algunos científicos señalan que todavía no se puede afirmar con rotundidad que la Voyager 1 haya abandonado la heliosfera. Ciertamente, podría estar en alguna región exótica de la heliopausa. Pero la mayoría de investigadores apoya la tesis de que, efectivamente, la Voyager 1 ya está en el espacio interestelar. Se espera que su hermana gemela Voyager 2 supere la heliopausa dentro de unos cuatro años, aunque es imposible asegurar con exactitud cuándo lo hará. Por su parte, la Voyager 1 continuará viajando en el espacio interestelar toda la eternidad. En 2020 la energía suministrada por los generadores de radioisótopos (RTG) habrá disminuido tanto que el equipo de la sonda se verá obligado a apagar los instrumentos uno a uno. Para 2025 se espera que la sonda se habrá apagado para siempre. Pero su viaje no habrá terminado. Seguirá moviéndose a 17,4 km/s y dentro de 38000 años pasará a 1,6 años luz de AC+79 3888, una anodina estrella anónima de la constelación de Camelopardalis. Como decíamos por aquí hace un año:

¿Pero sabes que es lo más fascinante de estas naves? Que dentro de decenas de millones de años, cuando la humanidad haya desaparecido y no quede ningún rastro de nosotros, las Voyager seguirán ahí fuera con su mensaje -nuestro mensaje- al Universo. Un mensaje que se resume en un 'estuvimos aquí. Vivimos y exploramos el cosmos con curiosidad. No nos olvides'.

Así que a partir de ahora recuerda esta fecha: 25 de agosto de 2012. Una fecha que deberá pasar a los anales de la historia como uno de los momentos más importantes de nuestra especie. ¿Dónde estabas cuándo la humanidad alcanzó el espacio interestelar?

Así empezó todo. Ahora debemos esperar a que la Voyager 1 se convierta en VGER y el círculo se habrá completado.

Vídeo homenaje a las Voyager:

Más información sobre las Voyager, en este enlace.


Referencias:

• Richard A. Kerr, It's Official—Voyager Has Left the Solar System, Science, 13 de septiembre de 2013